martes, 9 de julio de 2013

Mis cámaras y yo

Hace tan tantos años que no recuerdo exactamente el momento. Quizá más de 25 años comprendan todo el periplo que haya recorrido en manos de una cámara de fotos, pero lo que sí es cierto es que he aprendido a mirar el mundo desde otra perspectiva.

Recuerdo que mi primer contacto con la fotografía fue a través de un libro titulado "Aprenda fotografía" de la Editorial De Vecchi. Estaba en un baúl lleno de libros que tenía mi abuelo en una de las habitaciones de su casa. Me llamó la atención una foto que tenía dentro, donde aparecía una Nikon F2.

Debo reconocer que fui un privilegiado, teniendo en cuenta que con aquella edad (quizá tendría 10 ó 12 años), pude empezar a hacer fotos con una cámara como esa, y digo esto porque así fue. Me gustó tanto la cámara, su forma, color, botones, que pedí que me comprasen una. Y así fue.

















Llegó a mis manos de segunda mano y con ella empecé a gastar dinero en carretes y revelados. Me costó mucho encontrar la forma en la cual podía mejorar mi técnica, pero con la cámara, la ayuda de aquel libro y mucha práctica, poco a poco conseguí que las fotos empezasen a justificar el dinero que había gastado en ellas.

Aún conservo la cámara en mi poder, como muchas otras que he ido teniendo a lo largo de este hermoso noviazgo que tengo con la fotografía.

Actualmente trabajo con cámaras digitales, tanto réflex como compactas. Siempre que uso una cámara compacta, intento que sea una que disponga de un CCD ó CMOS con una tamaño de 1/1,7" o mayor, ya que de lo contrario no me ofrecen una calidad imagen a la que ya estoy acostumbrado.
En el caso de cámaras réflex, he usado cámaras con formato DX, pero actualmente estoy usando el FX como formato habitual en mi trabajo, de modo que he podido recuperar la utilidad de ópticas que tenía guardadas en un cajón como un viejo Nikkor SC 55mm F1.2.

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